Estoy constantemente en busca del equilibrio en los tres aspectos fundamentales de mi ser: el físico, el mental y el espiritual. Desde una temprana edad, desarrollé y activé mi parte espiritual, pero a los 18 años decidí cerrarla. A pesar de ello, aún no podía controlar plenamente mi capacidad para ver y escuchar de manera diferente a las personas que me rodeaban.

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En aquella época, este tema no era ampliamente discutido, pero a los 24 años experimenté una situación intensa que me llevó a reabrir mis sentidos, y desde entonces he buscado conscientemente el equilibrio.  Cuando logré controlar mi parte espiritual desarrollando la mente, aún tenía pendiente hacerlo con mi parte física, y es así como empieza a formar parte de mi vida el Yoga. 

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Somos seres en constante evolución, a veces actuamos como maestros y otros días como humildes aprendices.

 

Mis conocimientos me han ayudado a superarme en muchas formas, pero no me considero diferente.

 

Mi misión y visión en la vida es poder ayudar a cada persona que llegue a mi camino, como sanadora que soy.